sábado, 3 de septiembre de 2016

"Sueños Dormidos"

Han sido semanas muy duras, hoy regreso a este espacio para compartir con ustedes el significado de una frase que ha marcado de manera importante estos últimos días. "Sueños Dormidos".  Cada uno de nosotros seguramente tiene una caja interior donde guarda deseos, desafíos, objetivos o cualquier conexión que nos aleje de la realidad cotidiana  y que nos haga luchar día a día pensando simplemente en el  momento de destapar este "almacén" secreto, este almacén de "Sueños dormidos".

Esta caja virtual, en mi caso ha guardado año tras año objetivos que voy postergando, que se diluyen en el día a día, que parecen ser muy altos o complejos y mas a medida que el tiempo pasa. 

No es fácil encontrar la "combinación" para desempolvar esos proyectos que nos enriquecen como seres humanos, como padres, como esposos, como venezolanos comprometidos con nuestra sociedad! Mas bien pareciera que nos dejamos llevar por el letargo que nos envuelve y reduce a la mas mínima expresión.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante"

Esta frase de Oscar Wilde ilustra nuestro andar alrededor de los "sueños dormidos", de nuestra "zona de confort" hasta que sin darte cuenta llegas a nuevos lugares con nuevas personas que están dispuestas a aferrarse estoicamente a una suerte de mantra que tuve la suerte de escuchar esta semana: "Mientras hay Chance, hay esperanza"

Como decía Pablo Picasso "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando." No basta la ilusión cuando la meta es grande, cuando el proyecto es difícil de desarrollar, cuando tus objetivos parecen inalcanzables!

Solo el esfuerzo diario, el trabajo en equipo y el compromiso de todos puede acercamos a los resultados que deseamos, porque las victorias compartidas, dejan mucho mas que los triunfos individuales!
Están cordialmente invitados a formar parte del sueño mas grande!

"Sueños Dormidos"

Han sido semanas muy duras, hoy regreso a este espacio para compartir con ustedes el significado de una frase que ha marcado de manera importante estos últimos días. "Sueños Dormidos".  Cada uno de nosotros seguramente tiene una caja interior donde guarda deseos, desafíos, objetivos o cualquier conexión que nos aleje de la realidad cotidiana  y que nos haga luchar día a día pensando simplemente en el  momento de destapar este "almacén" secreto, este almacén de "Sueños dormidos".

Esta caja virtual, en mi caso ha guardado año tras año objetivos que voy postergando, que se diluyen en el día a día, que parecen ser muy altos o complejos y mas a medida que el tiempo pasa. 

No es fácil encontrar la "combinación" para desempolvar esos proyectos que nos enriquecen como seres humanos, como padres, como esposos, como venezolanos comprometidos con nuestra sociedad! Mas bien pareciera que nos dejamos llevar por el letargo que nos envuelve y reduce a la mas mínima expresión.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante"

Esta frase de Oscar Wilde ilustra nuestro andar alrededor de los "sueños dormidos", de nuestra "zona de confort" hasta que sin darte cuenta llegas a nuevos lugares con nuevas personas que están dispuestas a aferrarse estoicamente a una suerte de mantra que tuve la suerte de escuchar esta semana: "Mientras hay Chance, hay esperanza"

Como decía Pablo Picasso "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando." No basta la ilusión cuando la meta es grande, cuando el proyecto es difícil de desarrollar, cuando tus objetivos parecen inalcanzables!

Solo el esfuerzo diario, el trabajo en equipo y el compromiso de todos puede acercamos a los resultados que deseamos, porque las victorias compartidas, dejan mucho mas que los triunfos individuales!
Están cordialmente invitados a formar parte del sueño mas grande!

miércoles, 22 de junio de 2016

La risa esta en nuestros corazones

El Cuerpo humano fue diseñando para estar en movimiento, como el del resto de los animales, sin embargo la vida que llevamos nos facilita las cosas de tal manera que es muy frecuente que no tengamos que hacer esfuerzo alguno para realizar nuestras tareas cotidianas, inclusive para tomarnos el tiempo necesario para pensar que es lo que nos mueve y porque.

A solo un mes de los Juegos Olímpicos, una nueva zaga de atletas intentarán alcanzar los objetivos que se han planteado, esto en lo concierne a una de los eventos del deporte mundial mas importante, aunque seguramente muchos de nosotros también nos hemos fijado metas no menos trascendentales. Alguna vez  hemos intentado analizar de donde proviene la energía que nos mueve?

Es evidente que ningún sistema puede ser sometido a  una entrega de energía constante, porque al final se agotará o saturará y dejará de funcionar, por lo cual la clave del alto rendimiento consiste en gestionar adecuadamente los ciclos de entrega y recarga de energía.

La cuestión es que la energía en el ser humano no se de extrae o consigue en una sola "fuente", sino que existen áreas que hay que gestionar de manera adecuada para lograr una entrega prolongada y de suficiente potencia para alcanzar lo que nos proponemos.

 Autores como Jim Loher y Tony Schwartz (The Making of a Corporate Athlete. Harvard Bussines Review 2001). Describen distintos tipos de fuentes de poder:

-En primer lugar y como es lógico pensar la energía es física y se basa entrenamiento, alimentación y descanso. 

-En segundo lugar  la energía es emocional. Para lograr nuestros objetivos debemos contra-restar las emociones negativas que nos surgen a través de las emociones positivas. La energía emocional se compone de competencias como la autoconfianza, el autocontrol, habilidades sociales y la paciencia.
 
-El tercer tipo de energía es mental y se compone de competencias como la visualización, la preparación mental, el dialogo interior, la gestión eficiente del tiempos y la creatividad.

-El último tipo de energía y por ello no menos importante es la energía espiritual que se apoya en la pasión, el compromiso, la integridad y la honestidad.

Como ven son muchos los catalizadores que aceleran el “proceso del logro”. Seguramente cuando estamos en actividad no somos conscientes de donde extraemos la fuerza que nos mueve, ni cual es la combinación perfecta de energía para ser mas eficientes.


En otras palabras, nos hace falta reflexionar sobre como podemos intencionalmente provocar emociones positivas. Como escribe Jesús Alcoba en La Brujula de Shackleton  "La Risa esta en nuestros corazones".


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Organizarnos, andar caminos y alcanzar cumbres

En ocasiones se nos escapan claves, detalles y oportunidades, pero con la debida atención y preparación se logra el éxito.

Hace un par de semanas regresamos de Nepal, estar en las altas montañas de la cordillera Himalaya por más de un mes, me hizo pensar que escalar y estar expuesto a los cambios fisiológicos solo es posible cuando estás en perfectas condiciones físicas. Pues hay que revisar esa creencia, si piensan eso como yo pensaba están equivocados. Es un tema a recapacitar.
En ello interviene disponer de información cierta y útil. Organización e implementos. Plantearse interacciones en equipo. Y sobre todo, mantener firme el alma o espíritu de montañista.
Son muchas las variables a tener en cuenta al momento de ascender alturas consideradas extremas. La convivencia con los miembros de la expedición es un aspecto muy importante. A diferencia de la saturación de oxígeno o de la selección del material que llevas a la cumbre, este elemento aparentemente intangible termina siendo determinante.
Por eso, en esta nueva serie de artículos, con temas que una vez me sugirió mi gran amigo y excelente profesional Laureano Delgado, ahora contando con la visión estratégica de Germán Febres y el apoyo editorial de El Sumario, estaré compartiendo mis experiencias deportivas y de competición, junto a comentarios que agregan valor a lo primero, para que –aspiro– otros puedan identificar maneras o cursos de acción que faciliten el cumplimiento de sueños, alcanzar metas y hacer equipo. Es decir, escalar sus propias cumbres.
En el caso de Nepal, volviendo a la expedición, la aproximación a las montañas es lenta en comparación con Europa o Suramérica. Los remotos accesos y largos senderos contribuyen al proceso de acomodamiento o aclimatación, pero generan desgaste y cansancio que siempre tienen consecuencias en los resultados finales.
Nuestra experiencia reciente puede dividirse 3 en etapas claves para el trabajo grupal: La aproximación, el tiempo de ocio y el ascenso. Muchos afirman que a pesar de ir en grupo, en la montaña siempre estás solo; yo diría que lejos de estar solo siempre es un trabajo en equipo, aunque no debe entenderse por trabajo en equipo estar físicamente al lado de tus compañeros en forma permanente.

La aproximación


La aproximación es una fase de conocimiento, de descubrir a tu grupo, sus gustos, preferencias y ritmos. En esta etapa el elemento más importante es administrar la energía. Correr o ir más rápido no funciona, no es útil, todo tiene su tiempo, todo tiene su momento.

Tiempo de ocio

En las expediciones largas, hay muchos espacios de tiempo que pueden ser aprovechados de distintas formas. Algunos lo usan para conectarse y trabajar a distancia, como el caso de Miguel Ángel Pérezdiputado del Ebro y empresario español que lamentablemente falleció en el K2, en 2014, y que logró compaginar su vida laboral con su pasión.
En las montañas las noches son más largas y los días más cortos, lo que generalmente se traduce en más tiempo que puede ser usado para planificar o controlar la ansiedad que genera un reto de grandes magnitudes. Son estos los momentos donde el grupo debe estar más unido y cerca, sobre todo porque es donde más tiempo tienes para construir una relación a través del intercambio de ideas.

Ascenso

La fase del ascenso, es quizás para muchos la etapa cumbre o relevante porque te acerca o aleja del resultado tangible para la sociedad. Sin embargo, considero que es la etapa donde los escaladores son más vulnerables en caso de no hacerse fuertes en los momentos previos que construyen los cimientos de la expedición.
La salida a cumbre a media noche, el frío y las primeras horas de la madrugada hacen que cualquiera se cuestione los beneficios de seguir adelante. A partir de ese momento las decisiones son completamente individuales apoyadas por los cimientos grupales.
Es importante no confundir términos como equipo, grupo o egoísmo, somos personas y es fundamental respetar la pluralidad de criterios. En mi caso particular podría decir que uno de los motivos o razones de haber podido lograr las cumbres del Lobuche y del Imja Tse, -más allá del ánimo y afecto especial que me enviaban mis entrañables esposa e hija-, tiene una responsable, ella es Patricia Tacconi, la mejor compañera de expedición. Mis respetos a esa gran montañista, compañera de carpa y única mujer venezolana en escalar una cumbre de más de 8 mil metros.
Ya para concluir, esta vez, me atrevo a aseverar lo siguiente; hay equipos de orden cerrado y equipos de orden abierto, ambos funcionan dependiendo de la misión. Los hay con líder, jefe o coordinador y también sin ellos, compartimentados, que operan de manera horizontal. Los hay integrados por personas operativas, principalmente dedicadas a actuar, y los puede haber de pensadores, para el análisis o la reflexión, y para el asesoramiento, o entremezclados con funciones internas asignadas. Mas los equipos, todos, son un cuerpo y como tal debe funcionar. Para ello hay que cultivar y practicar la unión en torno a propósitos claros así como el compañerismo sincero (combinación de cordialidad, colaboración, respeto, confianza, franqueza, lealtad y solidaridad). Esto, en mi modesta opinión, fue clave para el éxito de nuestro grupo en el Himalaya 
y seguramente aplicable a muchos otros equipos que abarcan aspectos diversos de nuestras vidas, y en general del quehacer humano.

domingo, 1 de noviembre de 2015

De vuelta a los Himalayas!

Ha comenzado septiembre y con el transcurrir de los días del noveno mes del año, igualmente, los últimos preparativos para un nuevo objetivo: Nepal, un viaje hacia lo más alto.
Este 25 de septiembre, junto a Luis Aranda, Andrea Orsoni, Mery Aranda, Eduardo Rojas y Patricia Taconni daremos inicio a una larga aventura que tiene como destino final el valle del Khumbu.
Volver a Nepal es reencontrarnos con la cordillera del Himalaya, un sistema montañoso de significado especial para los amantes de las montañas más elevadas. Everest, Lhotse, Nupste, Makalu, Ama Dablan, Tawoche, Island Peak, Lobuche son algunas de las altas cumbres que rodean las distintas aldeas que expresan sus misterios y creencias a través de sus habitantes, los cuales se disponen a recibir excursionistas en el comienzo de la temporada, después del monzón.
Por cierto, esta será la primera temporada después del poderoso terremoto que tuvo como epicentro el distrito de Lamjung el pasado 25 de abril, con magnitud 8,1 (USGS) y que se llevó la vida de bastante más de siete mil personas, acabando la anterior temporada de montaña que estaba en pleno desarrollo.
El desafío deportivo así como la solidaridad humana son constantes y se complementan, son valores sin duda alguna constructivos, allá estaremos todos juntos haciendo equipo.
Es poca la información que se tiene sobre nuevas expediciones a la región, aunque pudimos conocer que el español Carlos Soria intentará el Ama Dablan a mediados de septiembre y que ya hay una nueva ruta para superar la siempre intimidante cascada del hielo, primer paso para los que ansiarán el Everest y Lhotse por las rutas normales.
Nuestros pasos cruzaran el río Dud Kosi hasta llegar a los campos altos del Lobuche e Island Peak, para intentar alcanzar 3 cimas de más de 6000 metros en una semana de intensa actividad. Este será también un nuevo contacto de Patricia con las altas montañas después de que pretendiéramos con Alfredo Autiero una de las montañas más hermosas y poco visitadas del valle por su dificultad (Tawoche) en el año 2008.
Ahora, volveremos a coincidir con Alfredo en un largo camino, ese descubrir que siempre nos ha unido y que gracias a la vida nos reencuentra en el lugar donde logramos la completa armonía, el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, sin poner de lado a Venezuela: ¡Las montañas!
La cuenta regresiva...
Se acerca la fecha de salida a Nepal y con ello se acentúa una dualidad interesante en la forma de pensar y actuar en cada uno de nosotros.
Tenemos conciencia de que vivimos y estamos acá, en Caracas, lidiando con el día a día, con la realidad cotidiana,  pero al mismo tiempo, a miles de kilómetros de distancia, visualizamos el camino a recorrer en el valle del Khumbu, en una suerte de ensayo y preparación imaginaria que nos motiva y nos hace fuertes.
Esta conexión o manera de pensar y actuar, no es del todo extraña, es parte intrínseca de la expedición y del espíritu expedicionario. Los días previos son tan importantes como cada paso que se da una vez que abandonas la zona de confort del campamento base para dirigirte a lugares más atrevidos y altos.
Una de las principales características de la cordillera del Himalaya es el difícil acceso a sus montañas. En la actualidad y desde 1970, la manera de llegar al Valle del Khumbu es volando hasta Lukla, un trayecto de unos 40 minutos desde Katmandú, pero con un aterrizaje lleno de incertidumbre (no en vano es considerado uno de los “aterrizaderos” más peligrosos del mundo, con una pista de solo 450 metros).
El 8 de Octubre del 2008, justo un día antes de nuestro vuelo a Lukla un avión de Yeti Airlines se estrelló con 18 pasajeros alemanes, que no lograron sobrevivir al fatal accidente. Muy lamentable.
Lukla es el punto de partida de todas las expediciones. En las afueras del aeropuerto los sherpas ofrecen sus servicios para portear las cargas hasta el destino final. La cantidad de material de las distintas expediciones es directamente proporcional al estilo con el que decidan subir la montaña. En Lukla se observan desde expediciones comerciales, con abundante cargamento, hasta los más puristas representantes del estilo alpino.
El último callejón de Lukla da acceso a la primera puerta del camino hacia el Parque Nacional Sagarmatha, constituido como refugio natural en 1976 y que extiende sus linderos hasta el Sur del Everest.
Sagarmatha significa en sánscrito “Madre del Universo” y el nombre nepalí del Everest uno de nuestros destinos en las próximas semanas.
¿Por qué subimos montañas?
Después de 8 años, llegó el momento de regresar a Nepal, al Valle del Khumbu, morada de las montañas más altas de nuestro querido planeta y casa grande. Muchos han sido los venezolanos, que motivados por sus cumbres se han aventurado a alcanzar las correspondientes cimas, compartiendo con su gente y aprendiendo de su milenaria cultura.Es poca la información publicada y que se consigue con facilidad sobre expediciones venezolanas a la cordillera Himalaya. Las gestas de Ramón Blanco, José Antonio Delgado, Luis Simoza, Patricia Taconni, Flor Boscán, Pablo Borja, Alfredo Autiero, Federico Pisani, y por supuesto “Proyecto Cumbre” nos han inspirado a comunicar esta nueva experiencia que viviremos en las próximas semanas. 
Es fundamental explicar y compartir que, generalmente estos viajes con varias semanas de duración, así como de máximo esfuerzo y concentración, se terminan convirtiendo en una profunda reflexión y revisión de nuestra forma de ver la vida, de relacionarnos y hasta de comprender el ciclo que cumplimos como seres humanos. Es por eso que muchos de quienes hemos tenido la oportunidad de vivir una experiencia similar, hemos guardado imborrablemente en nuestros corazones, espíritus y memorias, cada paso, cada descubrimiento, cada intercambio con los moradores de esas latitudes, de esas cumbres tan altas.
¿Por qué subimos montañas? Para muchos esta es una actividad poco comprensible, arriesgada y muy solitaria. Para otros es un reto y el resultado es hablar de conquistas. Para nosotros es un revelar, un descubrir que va mucho más allá del simple hecho de prepararnos físicamente, de alcanzar un punto geográfico o de medir las horas, minutos y segundos en que subimos o bajamos. No se trata de una competencia, de ser más fuerte o más rápido, sino de entender que en cada paso descubrimos una nueva capacidad para transformar nuestros miedos en fortalezas, de identificar nuevas formas de hacer las cosas, de apreciar la sencillez –al mismo tiempo trascendente– de los momentos que vivimos.

Kathmanhu, el primer paso!
Después de un largo viaje estamos en Katmandú, la capital de Nepal (a unos 15.000 kilómetros aprox. de Caracas), ciudad dramáticamente golpeada hace unos meses por el terremoto más fuerte de su historia. Desde la distancia pensábamos encontrar una ciudad herida, aturdida, sin embargo, al llegar la impresión que nos queda es otra. Colores, olores y el cariño de su gente la hace verdaderamente especial y la muestra como sobreviviente de una gran tragedia, encaminada a recuperarse con dignidad y valentía.

En Kathmandú conviven el Hinduismo, como religión principal y el Budismo, y como ciudad milenaria sus templos son parada obligada en los días previos a la expedición. No deja de generarnos una profunda impresión el sentido que tiene el valor de la vida para ambas religiones. En Pashupatinath las cremaciones captan la atención de los visitantes junto a los Sadhus y los viejos edificios que se erigen alrededor del río Bagmati. El templo es uno de los 275 Paadal Petra Sthalams (Moradas Sagradas de Shiva) en este continente.
Boudhanath, es uno de los templos budistas más importantes de Nepal. La estupa, que a su vez es una de las más grandes del mundo, no soportó el terremoto de abril y está en proceso de reconstrucción, pese a ello sigue manteniendo un encanto único que, en lo personal, me ha atrapado desde mi primera visita a Nepal.
Esta semana dejaremos Katmandú para salir a Lukla, donde comenzamos nuestro camino hacia el parque nacional Sagarmatha. De Katmandú nos llevamos el ejemplo, la referencia de ese gran espíritu de superación, difícil de repetir, esa tenacidad inteligente que ha logrado levantar la ciudad, luego de una catástrofe natural tan considerable.
¡Ahora las altas cumbres nos esperan!
¿Aclimatarse o morir?
El desnivel acumulado hasta el momento supera los 4.000 metros sobre el nivel del mar, dejándonos muy cerca del comienzo real de nuestro ascenso al Lobuche.
Vivimos un proceso biológico y metabólico de acomodo. Se generan cambios en el cuerpo, que poco a poco reajusta sus tareas para adaptarse al poco oxigeno presente en el aire. Esta fase para muchas expediciones es de las más importantes, en nuestro caso no deja de serlo, sin embargo hemos dedicado especial atención a conocer nuestro equipo de apoyo: Lhakpa Nuru Sherpa, Nima Kancha Sherpa y Lhakpa Noru, ellos son el enlace que tenemos con el resto de los habitantes del Khumbu.
Kancha y Noru han escalado el Everest en 5 ocasiones y ambos estuvieron en la tragedia que sacudió el campo base en el mes de abril. Sus rostros no sólo reflejan lo sucedido, sino que expresan los difíciles momentos que tuvieron que atravesar.
Ya con el equipo completo pudimos visitar en Pamboche al Lama Geshe, que sigue ofreciendo sus oraciones a las distintas expediciones que deciden aventurarse a alcanzar las altas cimas que rodean el Valle del Khumbu. No deja de sorprendernos la amabilidad de los habitantes de la zona, quienes con un cordial saludo ofrecen sus mejores deseos.
En Periche nos encontramos con Colin Haley, quien forma equipo con el suizo Ueli Steck, uno de los mejores escaladores del mundo que intentará subir el Cholatse y el Nupste en las próximas semanas. Da la casualidad que cuando intentamos en el 2008 el Taboche, Ueli también escaló la hermosa cumbre de 6.450 metros. Pudimos conocer que el suizo escalo hace un par de días el Lobuche en su preparación para el Nupste. Sin embargo Haley no ha tenido una buena adaptación a la altura, razón por la que se ha visto obligado a retrasar su intento de cumbre.
En las próximas semanas también conoceremos el destino de la única expedición que está intentado el Everest en esta temporada. Se trata de un japonés, que en solitario buscará alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo, por primera vez desde hace un año.
Desde este momento las telecomunicaciones son más difíciles para nosotros. Aún así, buscaremos la manera de seguir en conectados!
Lobuche, la mejor vista del Himalaya
Ya han transcurrido un par semanas desde que  llegamos a Nepal. Pensábamos encontrar un país muy golpeado por el fuerte terremoto que sacudió a la nación en abril, sin embargo, poco a poco, nos dimos cuenta que el ánimo y los deseos de superación habían logrado dibujar una sonrisa en sus habitantes.
Sólo dos días en Katmandú bastaron para ajustar algunos detalles y comenzar a preparar los ascensos que habíamos planificado junto a Assian Trekking, grupo de trabajo o agencia con la que Patricia Taconni alcanzó antes una cumbre muy importante: El Cho Oyu, la sexta montaña más alta del mundo.
Los ascensos en la cordillera Himalaya deben ser, y de hecho son, preparados con tiempo y paciencia, no es posible simplemente llegar y subir; hay que adecuar el cuerpo a los cambios fisiológicos que exige el montañismo; se requiere adecuación a la altura, estudio de las rutas y del estado del tiempo, y -por supuesto- la aproximación al campo base. En el caso del Lobuche estas tareas nos llevaron 10 días antes de intentar alcanzar su cima.
El ascenso a la cumbre comenzó a las 3:00 am hora local. La primera sección de la montaña fue complicada, encontrar el camino fue quizás lo más difícil, sobre todo por los cambios que sufrió después del cataclismo natural. Abandonar la comodidad del campo base y encontrarnos con temperaturas inferiores a los 0 grados centígrados tiene grado extra de desgaste físico.
Arribamos al glaciar a eso de las seis de la mañana, encontrando nieve totalmente congelada, lo que nos ayudó a desplazarnos de manera rápida hasta llegar al hombro final, unos 300 metros de hielo con una pendiente de 75 grados que probaría nuestra fuerza como equipo.
Después de 12 horas, pudimos llegar a la cumbre para disfrutar de una de las vistas más hermosas de toda la cordillera del Himalaya, el tiempo parecía detenerse. En lo personal significó volver a lo más alto junto a Patricia, para juntos celebrar los 10 años del primer ascenso de la mujer venezolana a una montaña de más de 8 mil metros. Ella misma. Qué honor.
Ahora, en este momento, hemos proseguido nuestro camino hacia el Imja Tse, otra montaña de más de 6 mil metros de altura ubicada justo en frente de una de las rutas peligrosas, la pared sur del Lhotse, alcanzada por pocos y que, por cierto, ha cobrado la vida de grandes escaladores como Jerzy Kukuczka en 1989.
El tiempo, la clave del éxito!
En el sistema de los Himalayaslas montañas más altas del mundo, el tiempo transcurre de otra manera, no se cuentan los días, las horas o los minutos. La paciencia es clave para el éxito. Si bien es cierto que las cumbres se clasifican en metros, aquí se miden en pasos. El altímetro, el GPS o cualquier otro instrumento de medición pasa a un segundo plano. Los pequeños pasos que puedas dar, las ventanas de buen tiempo y el viento que lleva y trae las banderas de oración que reúnen los 5 elementos esenciales de la vida en el planeta, se vuelven determinantes, importantes, gigantescos.
Hacer una montaña puede ser una actividad muy rápida, pensar en alcanzar dos o más cumbres genera un compromiso mayor por parte de todos, desplazarse de un lugar a otro puede durar dos o tres jornadas completas, algo impensable para el mundo moderno. Puedes llegar desde Caracas a Delhi en tan solo 20 horas, casi el mismo tiempo que toma ir desde el campo base del Lobuche hasta el campo base del Imja Tse, mejor conocido como Island Peak, cumbre que logré en solitario.
La zona del Imja Lake ha estado especialmente supervisada. Un enorme lago ha logrado reunir el interés de canales de noticias, gobierno, lamas y todos los que han considerado el calentamiento global como un cataclismo que puede acabar con el equilibrio del planeta (no es que yo no lo piense).El Imja Lake recoge el agua glaciar de la inmensa y temible pared sur del Lhotse, cuarta montaña más alta del mundo y principal objetivo de una solitaria expedición coreana que aguarda, precisamente, por una ventana de buen tiempo para intentar alcanzar su cima, que ha cobrado la vida de grandes montañistas, entre ellos el legendario Jerzy Kukutzca en 1.989.
Un encuentro muy especial
El camino al campo base del Imja Tse se toma desde el poblado de Chukung, último asentamiento que despide a los excursionistas que intentan la pared sur del Lhotse y la sur del Nuptse. Ambas montañas con acción en esta temporada. La sur del Lhotse era el destino de una costosisima expedición coreana, mientras que el  Nuptse sería intentado por Colin Haley y Uli Steck.
Durante nuestra estancia en Chukung tuvimos la oportunidad de compartir en el  lodge donde estábamos alojados  con Depuk Trowaga Rimpoche. Un lama de solo 24 años que había reencarnado en 3 oportunidades. Depuk y sus acompañantes: tres cocineras, dos asistentes y un maestro tenían previsto visitar el Imja Lake para realizar una "puja" a las orillas del lago glaciar mas grande y potencialmente peligroso del Khumbu. 
Me generó especial curiosidad la ceremonial y protocolar atención hacia el Rimpoche en el Lodge, por lo que no dude esn seguir sus pasos hacia el lago, a pesar de que esto me iba a generar una considerable desviación en el camino hacia el Island Peak.  Durante unas dos horas me mantuve a la distancia y cuando percibieron mi presencia el primer encuentro fue algo inesperado:  "¿Estas perdido, me preguntó el Rimpoche, por qué no estas con  tus amigos?" A lo que por supuesto le respondí que no, que mi vida consiste en explorar nuevos caminos y eso era lo que estaba haciendo. 
Me separé del grupo del Lama y seguí, sin perderlos de vista por una arista que me permitía ver a los lejos el campo base del Imja Lake, lo que me tranquilizó y permitió sentarme a esperar el comienzo de la ceremonia. Me sorprendió que cuando enfoque mi cámara hacia el Rimpoche, que estaba a unos 80 metros de distancia, este elevo su mano invitándome a bajar y unirme a su grupo. Indudablemente era lo que estaba esperando, pero que no creía que podía suceder y mas después de nuestro primer dialogo!
Me acerque con mucha cautela, tratando de ser imperceptible para ellos, sin embargo no fue así, me recibieron, involucrándome en cada segundo de la ceremonia y compartiendo  te al final de la puja. Terminamos intercambiando opiniones, fotos, y contactos antes de regresar juntos al camino principal. Habíamos logrado una conexión increíble que me había hecho organizar una visita a su morada en Pamboche a mi regreso de la cumbre del Island Peak con un regalo muy especial para Depuk.
Cuando decidí separarme de mi grupo y seguir al Rimpoche estaba claro en lo que buscaba, sin embargo, me pregunto que hubiera pasado si desistía después de nuestro primer encuentro?  O si hubiera dejado solo nuestra amistad a lo que sucedió en el Imja Lake y no visitaba su casa en Pamboche días después?
En la vida son muchas las oportunidades que se presentan, sin embargo la decisión de ir mas allá es lo que marca la diferencia entre algo importante y algo verdaderamente trascendental!
Imja Tse, un nuevo 6000 en menos 3 días!
El tiempo no estuvo de nuestro lado, pero la paciencia si, desde Chukung, último poblado, hasta la base de Imja Lake, logramos arribar en una mañana, lo que nos garantizó superar las fuertes nevadas de las tardes dentro de nuestras tiendas, es allí donde comenzamos a dar los primeros pasos para el ascenso. Da igual si el altímetro marca 5.400 ó 5.500, el frío te hace pensar en lo estrictamente necesario para adecuar tu cuerpo, para gastar la menor energía posible, para seguir pensando en el siguiente amanecer, es así como funcionan las cosas en las altas montañas.
Salimos a eso de las 3 de la madrugada, en lo personal, estaba claro que era una oportunidad única de alcanzar una nueva cumbre en menos de una semana. La montaña, para nosotros, estaría divida en 3 partes: La escarpada zona de rocas, un trayecto de unos 700 metros de desnivel muy exigente físicamente, que acabó con las fuerzas de otras expediciones de alemanes y franceses que nos acompañaban. Una segunda zona que conecta las rocas con el glaciar, y la parte final: una increíble escalada de 300 metros de pared que conecta con la arista cimera y último tramo antes de la cumbre.
Superar estas etapas o tramos y lograr la arista cimera transformó el esfuerzo de todo un equipo en inspiración para alcanzar la cumbre. Acompañado de Lhakpa Nuru Sherpa disfrutamos desde lo más alto de las cumbres hermanas. La pared sur del Lhotse, el  Makalu y el Cho Oyu, una de las más importantes en la historia del montañismo venezolano. Esa, esta vez nos trajo hasta 
Nepal, para celebrar los 10 años, una década, del primer ascenso de una una compatriota, una mujer de nuestra amada Venezuela hasta una cumbre de más de 8.000 metros sobre el nivel del mar. 
¿Y que viene ahora?
Hace ya más de un mes que comenzamos a escalar juntos el sistema montañoso del Himalaya, y digo juntos porque siento que son muchos los que nos han acompañado a distancia, que se sumaron e integraron con sus buenos deseos y actitud de dar ánimo a nuestro equipo, en esta nada sencilla aventura. Tres ascensos a montañas que sobrepasan los seis mil metros, enclavadas en el hermoso valle del Khumbu.
La cordillera de los Lobuche, el Imja Tse y alguno que otro picacho fueron nuestra casa durante largas jornadas de duro trabajo, para llegar a lo más alto y bajar repletos de experiencias. Pero, ¿para qué sirven las experiencias si no podemos comunicarlas?
Es una pregunta que como periodista y deportista siempre he tratado de responder. Considero que la cumbre más importante de nuestro viaje ha sido poder comunicar semanalmente nuestros aprendizajes en El Sumario; encontrar en este moderno medio de comunicación, más que una ventana un amplio balcón o mirador, para compartir la experiencia. Gracias por tan estratégico apoyo. Poder contar con espacios dedicados a la difusión tiene un valor tan grande como poder ascender la montaña más alta del planeta.
Venezuela es un país increíble, y son miles de venezolanos los que cada día hacen cosas extraordinarias y que por alguna u otra razón no se atreven a comunicarlo, y a veces no encuentran dónde. Hacen falta más espacios para generar estos encuentros –en medios impresos, en la web, en noticiarios de televisión y de radio, etcétera–, ello es muy cierto, pero alzando nuestras voces y perseverando en el esfuerzo diario podemos captar el interés de muchos, y juntos hacer equipo, el equipo exitoso y bueno con el cual soñamos todos, capaz de lograr tantas metas más.

Esta serie de capítulos, entregas, reportes o como prefieran llamarlos, ha mantenido una intención, que no tiene mucho que ver con lo que logramos o no como grupo venezolano en el Himalaya, sino que más bien pretende agregar valor y entusiasmo a todos los que hoy se han levantado con ganas de hacer algo para que lo hagan, para que cuenten sus historias, esas que construyen y hacen grande a una nación.

Ahora nos toca retornar a nuestra amada Venezuela, a reencontrarnos con su capital –Caracas–, a seguir entrenando y descubriendo nuevos caminos en el hermoso Ávila, a continuar luchando por un mejor país, sin hacer hincapié en parcialidades o ideologías, lejos de dimes y diretes.
Antes de comenzar el viaje de vuelta al hogar, quiero agradecer a todos los lectores por su paciencia, por su interés y comprensión; a los ágiles tuiteros por su identificación; a Germán Febres, amigo incondicional, quien en remoto hizo parte de nuestras jornadas y puso a la orden los espacios de El Sumario para divulgar nuestra aventura; a otros colegas comunicadores por su generosidad y solidaridad; a Daniel de Grazia y Randy Carrero por su coraje y voluntad, esa que hace la diferencia en los proyectos que hemos emprendido juntos, Bancamiga y La Fontana.
Hoy dejamos las cumbres más altas del Himalaya y a la honorable gente de Nepal, claro que regresaremos algún día, lo más pronto que se pueda; ahora vamos al reencuentro de nuestra muy querida Venezuela.